Las cabinas telefónicas son casi una reliquia del pasado. Cada vez quedan menos (25820 frente a las algo más de 100000 que había en el año 2000), cada vez se utilizan menos, están continuamente expuestas al gamberrismo y precisamente por esto son además cada vez más caras de mantener, siendo todas las existentes deficitarias.
En base a estos datos la CNMC ha remitido un informe al Ministerio de Industria, Energía y Turismo en el que le aconseja que revise la conveniencia de mantener la cabinas dentro de las obligaciones del servicio universal de las telecomunicaciones, lo que, en la práctica, supone a pedir su retirada.
El actual servicio universal garantiza que tiene que haber al menos un teléfono público de pago y uno más por cada 3.000 habitantes, en cada localidad de 1.000 o más habitantes y una cabina en cada uno de los municipios de menos de 1.000 habitantes en los que esté justificado en base a los criterios de oferta mínima. El problema es que ninguna compañía quiere hacerse cargo de este servicio, que actualmente tiene Cabitel (filial de Telefónica), aunque en la práctica el coste se está repartiendo entre las tres grandes operadoras (Telefónica, Vodafone y Orange.
Industria debe revisar antes de fin de año las condiciones del servicio, siendo posible que finalmente este se aplique solo en poblaciones muy pequeñas y de difícil acceso, quedando sin efectos en grandes poblaciones. Esto en la práctica supondría la desaparición de la conocidas cabinas en las ciudades, pero ¿no se les puede dar otro uso, al menos en algunos puntos?
Pues sí que es posible. De hecho en Londres ya desde 2014 se están reconvirtiendo algunas cabinas en centros de carga para móviles, y lo mismo está ocurriendo en ciudades como Málaga, donde Telefónica ha cedido las antiguas cabinas que aun quedan a la empresa ¡Urban para su reconversión en dichos centros (ya hay tres cabinas reconvertidas, que en solo un par de días han recibido más de 1000 visitas, cifra muy superior al total de llamadas trimestrales que tenían).
A este servicio se podría añadir el de estaciones repetidoras de Wifi, ya que la CNMC aboga por mantener conexión de banda ancha de 1 Mb/s dentro del servicio universal. Hay que aclarar que aunque a muchos les pueda parecer una velocidad demasiado baja en realidad 1 Mb/s permite el uso de redes sociales, llamadas de VoIP (servicios como el de voz de WhatsApp o Skype), cualquier conexión con centros oficiales, realizar gestiones a través de Internet y consultar páginas web (otra cosa es que no sea una velocidad adecuada para descargas, pero ese tema es dudoso que se pueda considerar como un servicio universal).
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