 Pocos días después de conocerse la noticia sobre el fallo en la batería del Galaxy Note 7 algunas compañías aéreas prohibieron su uso en vuelo para posteriormente prohibir subir a bordo con ellos (aunque esta medida no ha sido tomada por todas). También se ha prohibido el transporte en avión de los terminales para devoluciones, por lo que estas, aunque se hagan en cajas ignífugas adaptadas, se deberán hacer siempre por carretero o por mar.
La primera en prohibir que se introduzca a borde de un vuelo el Galaxy Note 7 ha sido la FAA (Administración Federal de Aviación de los EEUU), por lo que la medida afecta no solo a todas las compañías estadounidenses sino a todas las que vuelen en, a o desde dicho país.
Seguidamente ha sido Canadá quien ha tomado medidas similares en las compañías Air Canadá, Air Canadá Rouge y Air Canadá Express. A esta medida también se han sumado varias compañías asiáticas, siendo significativo el caso de Corea, país en el que Samsung ha montado un servicio de cambio y recogida en los principales aeropuertos del país.
En Europa la EASA (Agencia Europea de Seguridad Aérea) comunicó esta medida la pasada semana a las aerolíneas bajo su jurisdicción, que ya está siendo aplicada por las principales compañías, como el grupo Lufthansa, que prohíbe el uso del Note 7 en sus vuelos y obliga a mantenerlos apagados (no se permite tampoco cargarlo) y es obligatorio llevarlo en el equipaje de mano. Similares medidas han sido tomadas por otras compañías, como el grupo Brithis Airway (que incluye Iberia), Air France o más recientemente Air Europa, que advierte en su página web que incluso se le podrá denegar el embarque a aquellos pasajeros que sean portadores de dicho modelo, y en el caso de que se localice una vez que haya embarcado se prohíbe su uso.
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