Ya se han presentado los nuevos iPhone, y aunque el XR tardará aun casi un mes en estar a la venta sí que podemos plantearnos cual de ellos es mejor opción de compra.
Para empezar hay que señalar que los principales componentes, como procesador o cámaras, son comunes a los tres, por lo que en cuanto a rendimiento no hay diferencias apreciables. Entonces ¿Dónde están estas y qué justifica la diferencia de precios?
Vamos a empezar por los dos XS. La diferencia de precio, a igualdad de capacidad, entre el iPhone XS y el XS Max es de 100 euros justos, y ¿qué estamos pagando por esos 100 euros? Pues 0.7” de pantalla y algo más de bateria, porque por lo demás son idénticos (mismas características, misma terminación y hasta mismos colores), lo que hace que la decisión (y en ese nivel de precio 100 euros tampoco es una gran diferencia) se centre solo en el tamaño (y para que se hagan una idea, un iPhone XS Max es un milímetro más pequeño que un iPhone 8 Plus, dos milímetros más grueso y 6 gramos más pesado, es decir, prácticamente el mismo tamaño).
La mayor duda está en la elección del XR. Aquí sí hay diferencias importantes, incluido en el precio (otra cosa es que sean decisivas para muchos). Para empezar repetimos que los componentes vitales son los mismos que en los XS, por lo que no va a haber diferencias en el rendimiento. Por otra parte el tamaño es justo intermedio entre el XS y el XS Max, ya que cuenta con una pantalla de 6.1” frente a las 5.8” del XS o las 6.5” del XS Max. Pero los 300 euros que hay de diferencia con el XS salen de algún sitio (y hay que tener en cuenta que la pantalla es mayor en el XR). Sale de una pantalla de un nuevo tipo llamado Liquid Retina, basado en LCD (la del XS es OLED Super Retina), menor resolución (y por lo tanto menos densidad)y menor contraste (aunque algunas características de la pantalla son comunes), viene de la terminación, que si bien en los tres modelos es de cristal muy resistente tanto en el frontal como en la trasera en los XS el cuerpo es de acero inoxidable y en el XR es de aluminio serie 7000 y viene de que en este modelo se prescinde de una de las dos cámaras traseras (pero la que lleva es la misma que la de f/1.8 que montan los XS, y la frontal es también la misma). También hay diferencia en los colores, más en el XR, pero que sinceramente, aunque la tengan, no llegan a dar la sensación de calidad que dan los ya clásicos gris espacial, plata y oro de los XS (si bien esto es una cuestión de gustos).
Visto todo esto probablemente la opción más “razonable” sea decantarse por el XR, ya que aunque la pantalla no sea OLED sí que tiene una gran calidad de visión, y la cámara ya hemos dicho que aunque sea una sola tiene la misma calidad que en los XS, y 300 euros son 300 euros.
Pero no deberíamos perder de vista que dentro de Apple aun hay otra opción, que no es otra que el iPhone 8 Plus. Vale que no vamos a tener el último modelos de procesador y que el diseño es mucho más clásico y la pantalla menor (5.5”) para el mismo tamaño del XS Max, pero vamos a tener una pantalla mejor que la del XR, dos cámaras con la misma calidad que las de los XS, una gran terminación más cerca de los XS que del XR, un gran rendimiento (en la inmensa mayoría de operaciones no vamos a notar gran diferencia con los nuevos)... y todo esto por 799€ la versión de 64 GB y 969€ la de 256 GB, o lo que es lo mismo, 60 euros menos que los XR de iguales capacidades y 360 euros menos que los XS de iguales capacidades. Y si ya el año pasado el iPhone 8 Plus eran una muy buena alternativa al iPhone X este año sigue siendo una opción a tener en cuenta.
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