2019 no se presente con las mejores expectativas para Apple, que se queda lejos de alcanzar las expectativas de venta de los nuevos iPhone, lo que acarrea además unos malos resultados en bolsa, que han hecho que tras ocupar el 1er puesto en la bolsa de NY y ser la compañía más valorada hace tan solo un par de meses ahora se encuentre en la 4ª posición, con una caida en sus títulos el pasado día 3 del 10%.
Son varios los frentes a este respecto que se abren ante la marca de la manzana. Por un lado las flojas expectativas de ventas de los modelos nuevos, que han hecho que Apple bajase a prácticamente a la mitad sus previsiones. Las causas de esto son varias, entre las que se pueden incluir un alto precio, a pesar de mantener el del iPhone XS igual al del iPhone X de 2017, la irrupción de modelos de otras marcas con prestaciones prácticamente iguales, pero a un precio muy inferior, o la ralentización en el tiempo de sustitución de terminales, pero no son las únicas, ya que a estas hay que sumarle las dificultades que está teniendo Apple en uno de sus principales mercados, China, dificultades a las que no ayudan en absoluto la guerra comercial que mantienen ambos países, que entre otras cosas ha desembocado en el anuncio de Apple de trasladar la fabricación de sus terminales a la India, o las prohibiciones de vender determinados modelos, como los iPhone 7 y 8, en mercados como China o, más recientemente, Alemania, basadas en denuncias de violación de patentes interpuestas por la también estadounidense Qualcomm.
Pruebas de estas malas expectativas son no solo la reducción en las expectativas de ventas, que incluye la consiguiente bajada en el número de unidades a fabricar previstas, sino también la política de reemplazo de terminales, con una fuerte valoración en recompra de terminales iPhone 6, 7 y 8, que hace que se pueda adquirir un iPhone XR desde 589 euros o un iPhone XS desde 889 euros, política que se anuncia “por tiempo limitado”, pero que de momento no se dice hasta cuando va a durar. Esto, aunque enmascarado tras un “programa de recompra”, no deja de ser una importante bajada en el precio, algo sin precedentes en un tiempo tan corto desde su salida al mercado.
Todo esto parece indicar que la política de “vender cualquier cosa a precios altos” ha dejado de dar los resultados a los que hasta ahora Apple estaba acostumbrada, pero además todas estas circunstancias están influyendo de forma muy negativa en la valoración de la compañía.
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