Tras el fiasco que supuso el Galaxy Note 7 por problemas de natería, Samsung presenta el Samsung Galaxy Note 8, muy similar en muchos aspectos a los S8, pero con una pantalla aun mayor y Pen incluido, entre las que además de su potente procesador cabe citar su pantalla, que ocupa todo el frontal, del que desaparecen todos los botones, si bien se mantiene el tradicional Home de Samsung, pero en este caso como “botón de presión” en pantalla. En cuanto a su tamaño es bastante grande, ya se va a las 6.3 pulgadas, si bien dado que la pantalla ocupa todo el frontal las medidas no se disparan y el peso es bastante contenido para su tamaño.

Hecho en aleación de aluminio, material usado también en los laterales, tanto el frontal como la trasera están terminados en cristal Corning Gorilla 5, lo que unido a su categoría IP68 en cuanto a resistencia al polvo y al agua le dan una gran resistencia.

El Galaxy Note 8 se presenta en cuatro colores, Midnight Black, Maple Gold, Orchid Grey y Deep Sea Blue, si bien es posible que no todos estén disponibles en todos los países.

La pantalla es del tipo Super AMOLED de 6.3” con una resolución QHD+ de 1440 x 2960 pix y 521 ppp. Como hemos dicho ocupa todo el frontal, por lo que el sensor de huellas dactilares pasa a la trasera, y tiene los bordes redondeados.

Samsung anuncia dos procesadores de los que el destinado al mercado EMEA (donde se incluye España) es un Samsung Exynos 8895 Octa de 64bit con gráfica Mali-G71 MP20. El otro, destinado al mercado USA y al de algunos países asiáticos (China entre ellos), es un Qualcomm MSM8998 Snapdragon 835, también de 8 núcleos y prácticamente de la misma potencia, con gráfica Adreno 540. En ambos casos cuenta con 6GB de RAM y 64, 128 o 256GB de capacidad de almacenamiento (es posible que no todas las capacidades estén disponibles en todos los mercados), ampliable mediante tarjetas micro SD de hasta 256GB.

. Su cámara trasera es de 12 megapíxeles Dual pixel, flash LED dual y dual tone y capacidad de grabación de vídeo hasta 4K. A lo anterior hay que añadir su cámara frontal de 8.0 megapíxeles. Ambas son autofocus y cuentan entre otras características con HDR automático.

En cuanto a comunicaciones dispone de LTE Cat. 16, HSPA+, Bluetooth 5.0, Wifi a/b/g/n/ac Dual, Wifi Direct, USB 3.1 tipo C, GPS (GPS, GLONASS, BDS, GALILEO...), conector para auriculares y dos ranuras para nano SIM (en el modelo Dual SIM (disponible en algunos mercados como SM-N950F/DS), que normalmente se vende al mismo precio, la SIM2 es compartida con el puerto micro SD).

Su sistema operativo es Android 7.0 con acceso a Google Play y aplicaciones tanto de Google como de Samsung, incluida Samsung Pay, el sistema de pago desde el móvil de Samsung y soporte para Samsung Dex.

Entre sus muchos sensores se encuentran el de huella dactilar, el de iris, barómetro, ritmo cardiaco, presión y los más habituales de iluminación RGB, proximidad, Hall y demás.

En definitiva un verdadero Premium al que poco más se le puede pedir, aunque es posible que para muchos resulte excesivamente grande... y caro, ya que su precio pasa de los 1000 euros.