Quizás los más jóvenes no lo recuerden siquiera, pero antes de imponerse los teléfonos inteligentes, o Smartphone si lo prefieren, es decir, en el apogeo de los móviles que hoy llamaríamos “tontos”, la batería era un componente más, pequeño (en comparación con las actuales) y que se podía sustituir con gran facilidad (aunque más de un móvil se ha roto al abrirlo).
Con la llegada de los Smartphone, salvo en algunos modelos de los primeros, esto se fue perdiendo, pasando la batería a ser un componente interno, que no se podía sustituir por el usuario.
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