Finalmente, tras reconocer problemas de rendimiento en Windows 11 versión 2022 (22H2), en especial en equipos gaming, Microsoft ha decidido dejar de ofrecer la actualización a dicha versión en este tipo de equipos, incluso como instalación opcional (aparecerá en el equipo un aviso de “equipo no compatible”), recomendando además a los usuarios de este tipo de equipos que no actualicen por ningún otro medio hasta que los problemas se solucionen y se ofrezca la actualización a través de Windows Update.
Desde su lanzamiento hace un año, ha sido perseguido por los problemas de rendimiento. Primero con las CPUs Ryzen de AMD, luego con las de Intel, los SSD NVMe, y ahora con las tarjetas gráficas NVIDIA.
La gran actualización Windows 11 22H2 se lanzó el 20 de septiembre, y desde el principio los usuarios con tarjetas gráficas de NVIDIA, que están en la mayoría de los PCs, notaron un bajón en el rendimiento gráfico, y constante “stuttering”. NVIDIA lo arregló parcialmente con unos nuevos controladores, pero esos problemas no han dejado de existir.
Desde Microsoft se achacaron parte de estos problemas de rendimiento a las diferentes medidas de seguridad incorporadas en Windows 11, pero tras mostrar como desactivar dos de estas capas la ganancia (o más bien la recuperación) en rendimiento no ha sido ni de lejos la esperada.
Microsoft, que sigue trabajando para solucionar este problema lo antes posible, recomienda además a aquellos usuarios que ya hayan actualizado a Windows 11 2022 y tengan problemas de rendimiento en juegos, que prueben a actualizar tanto los controladores de la gráfica como los propios juegos a la última versión disponible, si bien esto no garantiza que en todos los casos se vaya a recuperar el nivel de rendimiento anterior a la actualización.
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