A estas alturas está claro que Windows 11 no está cumpliendo las expectativas de Microsoft ni de lejos, pero una cosa es no cumplir las expectativas y otra muy distinta los muy malos datos de participación de los dos últimos meses, que han llevado a Windows 11 a porcentajes de participación de entre los ordenadores con Windows incluso por debajo de los que tenía a finales de 2023. Vamos a dar un repaso a estos datos:
Windows 11 comenzaba 2024 con una participación del 26.52% (29.55% en España), según los datos de finales de diciembre de 2023, y a partir de ahí los datos recopilados son los siguientes:
• Enero - 27.83% (30.50% en España)
• Febrero - 28.18% (30.37% en España)
• Marzo - 26.72% (28.17% en España)
• Abril - 25.75% (26.07% en España)
Como pueden observar, la evolución durante los primeros dos meses del año fue normal, no es que fuera sobresaliente, pero poco a poco iba ganando participación... cuando llegan las estadísticas de marzo y, de un plumazo, desaparece prácticamente todo lo ganado en los dos meses anteriores, siendo incluso más patente en España, mercado en el que el nivel de participación estaba siendo hasta el momento (y lo cierto es que sigue siéndolo) superior a la participación global, y después de marzo llega abril, con una nueva (y fuerte) caida, que lleva a Windows 11 a números por debajo de los que tenía a finales de diciembre, con un 25.75% frente al 26.52% en el cómputo global y un 26.07% frente al 29.55% en España.
Llevaría tiempo analizar el motivo de estos muy malos números, pero a estas alturas algunas justificaciones, como el alto costo de actualizar equipos antiguos, están siendo cada vez menos válidas, y, en todo caso, esto justificaría como mucho un estancamiento, pero no el perder en solo dos meses un 2.43% global o un 4.30% en España. Estas cifras indican claramente que incluso usuarios que habían pasado a Windows 11 han vuelto a Windows 10, e indican que la causa más probable es que Windows 11 no está gustando. Es un buen sistema, muy adelantado, seguro y con un diseño muy actual, pero no está gustando.
Y ya que hemos hablado de Windows 10, un sistema al que solo le queda poco menos de 18 meses de mantenimiento, no estaría de más un repaso rápido a su evolución en el mismo periodo.
Terminaba 2023 con una participación del 67.46% global y del 67.99% en España, cifras que, contra toda lógica, han pasado a ser a finales de abril del 70.03% global y del 71.75% en España, y eso que, salvo los Mac, la inmensa mayoría de equipos nuevos se venden desde hace ya unos años equipados con Windows 11, y que la evolución de otros sistemas como Linux no hace pensar que esté habiendo un cambio hacia ese sistema, sino más bien que los usuarios, incluso en equipos nuevos, están abandonando Windows 11 e instalando Windows 10.
Habrá que estar muy atentos a la evolución de Windows 11 en los próximos meses, pero o se produce un cambio radical en la tendencia o Microsoft debería replantearse muchas cosas. Y desde luego el camino no es poner cada vez más trabas a los usuarios de Windows 10 para forzar la actualización a Windows 11, porque entonces sí que se podría producir un trasvase de usuarios a otros sistemas, abandonando Windows y buena parte de su ecosistema.
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